sábado, 5 de junio de 2010

Un Milagro de la Virgen del Pinarejo



Estos hechos ocurrieron en Aldeanueva del Codonal, el día 20 de junio de 1914


En el pueblo de Aldeanueva
hay una preciosa imagen
que Pinarejo la llaman
su ermita está en el pinar
en una hermosa explanada.


Allí acude el pueblo entero
en el día de su fiesta
entre alborotos y danzas.
No voy a redactar sólo los
cánticos y las danzas,
sino un milagro inmenso
que tu hiciste Virgen Santa.

Era un veinte de junio
y muy cerca de tu ermita
tres postores a sus ovejas
pastaban
y los tres medio en broma
contentos parlamentaban.


Pero de pronto, uno de ellos;
el más viejo, que Cipriano se
llamaba,
les dice a los otros dos:
Una nube se levanta,
la tormenta se prepara.


Hacia la fuente El Espino
acercaron las pearas,
pero los truenos y rayos
al cielo resquebrajaban.
Empezó a caer la piedra,
en agua se transformaba.

Llegar al pueblo: ¡Imposible!
el ganado no pasaba.
Volvemos a la ermita:
allí no nos pasará nada.

La puerta estaba cerrada,
pero Tu estabas allí.
¡Oh Virgen Bendita y Santa!

Que su alma iluminabas,
sobre todo al más mayor,
que Cipriano se llamaba.
En un impulso de fuerza,
dio a la puerta una patada.

Y en tu ermita entró el ganado
y pastores en compañía
ya dentro de la ermita
los tres pastores honrados
una Salve te rezaron.


El milagro estaba hecho,
porque dentro de tu ermita
la vida estaba salvada
y Tu Virgen Bendita
¡Qué contenta te encontrabas!

Y yo creo que hasta el Niño
que en tu regazo descansa
te decía muy alegre,
¡Qué lindas son las ovejas
y el corderito que bala!

Ya se para la tormenta
y las aguas ya se calman
y los hombres a caballo
a buscarlas ya bajaban...
Atónitos se quedaron,
cuando supieron la hazaña.

Pero no nos confundamos.
Hazaña no, ¡Milagro!
y que vean los cristianos
la Virgen del Pinarejo
que con bondad divina
salvó a los tres pastores
y también a su ganado,
que en peligro se encontraba.

Por esto quiero deciros
que el día de San Segundo,
cuando al pueblo la subáis
que no os pesen sus andas
y recordad al pastor,
que Cipriano se llamaba.

Isabel Pascual, autora nieta de este Sr. que Cipriano se llamaba.
Villacastín a 9 de diciembre de 1987

Este poema se encuentra enmarcado con la fotografía del Sr. Cipriano en el camarín de la ermita. La foto pertenece a la mencionada sala. En centro está la imagen de San Josemaría Escrivá de Balaguer al que rezamos para conseguir la restauración de la ermita y a la derecha está el cuadro del Sr. Cipriano y el poema.